La zeolita natural, específicamente la clinoptilolita, constituye un excelente medio filtrante, debido a que es por naturaleza un intercambiador catiónico. Retiene en grandes porcentajes ciertas sales, el nitrógeno amoniacal y partículas menores incluso a 3 micras, haciéndola una opción idónea para sustituir la filtración de arena y arena/antracita para albercas y otros cuerpos de agua superficial. Una vez acondicionada, eleva su capacidad de adsorción para otros contaminantes como los metales pesados.
Además, gracias a su estructura porosa fomenta el desarrollo de bacterias aeróbias, en el caso específico del tratamiento de aguas industriales y residuales por medio de lagunas de oxidación; también reduce significativamente los olores.